martes, 11 de noviembre de 2008

Plitvice - Día 11

(29-09) Comenzar este día dentro del parque de los lagos de Plitvice fue muy lindo, el hotel Bellevue si bien no es muy nuevo esta muy limpio y bien atendido, se encuentra dentro de un lindo bosquecito de robles, bajamos a desayunar y por cierto era bastante completo (muy similar a los anteriores ya mencionados, con la diferencia que incluía frutas).

Entrada al Hotel Bellevue

Estábamos a pasos de la entrada a los parques así que caminamos desde el hotel a sacar nuestros tickets y subirnos a un camión - tren ( increíble! al mismo colectivo subieron los canadienses que habían cenado en Split con nosotros) .
Camión tren colectivo.

El parque es hermoso por donde lo mires, se transita una vez elegido el sendero ( hay varios) por pasarelas que atraviesan y bordean lagos y cascadas de los tamaños que quieras.

Comparen la altura de Ale con la de los árboles!!

Vista de uno de los lagos, el otoño ayuda con más colores.

Quede encantada con los arboles de ese parque no solo por la altura sino que al mirarlos parecía que sus ramas y las hojas estaban suspendidas en el aire flotando.

Gruta formada por la petrificación.

Vista desde la gruta.

Cascadas y más cascadas, de todos los caudales, anchos y alturas.

Como el parque es muy grande hay también barquitos eléctricos que te llevan de un extremo del lago a otro para poder almorzar o elegir otros senderos para caminar.-

Barquito elétrico para cruzar uno de los lagos.

Vista de otro lago y sus cascadas desde la pasarela.

El parque es Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO desde 1979, consta de 16 lagos conectados todos entre sí por innumerables cascadas que forman, a cual más bonita. En la carretera principal que une la región de Dalmacia con Zagreb, el parque destaca por sus hayas, abetos y pinos, formando un espeso bosque donde habitan osos, lobos y una gran variedad de aves. 30.000 hectáreas de las que 22.000 son de bosques y 8.000 de agua.

Truchas y patos, las truchas te siguen esperando comida y son miles!

En un arranque de argentinidad campera revoleamos el buzo cual poncho de la Sole.

Es una experiencia inolvidable; dejarse llevar por sus aguas turquesas, por sus fondos transparentes, por el ruido de sus cascadas al romper contra el lago inferior; por el verde de sus bosques…

Ya de regreso, vista desde un sendero alto de algunos de los lagos y la pasarela que los recorre.

Pasado gran parte de nuestro día allí, dejamos el parque para ir rumbo al auto y seguir a Zagreb.

En el camino paramos en un pueblito llamado Slunj, visitamos dos iglesias del lugar y compramos uvas y algo para tomar para el viaje (cappy de naranja sanguínea).-

Iglesia en Slunj

Antes de llegar, en Slunj y en gran parte de la ruta se ven todavía huellas de la guerra, casas e iglesias ametralladas son testimonio de la crudeza y del sufrimiento.

Pasamos Karlovac y ya anocheciendo llegamos a Zagreb.


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