Después de pasar el infaltable detector de metales entramos al palacio, donde te dan una audio guía para recorrerlo, además de los distintos sectores hay muestras temporarias de artistas contemporáneos.
Paseamos por la iglesia, los cuartos de los herederos y del delfín, las habitaciones de los reyes, comedores y salones varios. Impactante la galería de los espejos.
Salimos al jardín y sobre la escalinata almorzamos con la vista de la foto que sigue! al fondo el grand canal.
Los jardines son realmente muy grandes y si quieren ir en plan económico el acceso a ellos es gratis, lo que cobran es la entrada al palacio, al grand Triannon y al petit Triannon.
Después pasear por los jardines y caminar unas buenas cuadras se llega al Gran Trianon donde Luis XIV pasaba los veranos con su familia, para alejarse del palacio.
Después de esta visita que incluye un pequeño jardín, se va caminando otro buen trecho al Petit Trianon, este lugar era el preferido de María Antonieta y tenía una edificación más pequeña (y más privada), jardines, huerta, laguitos, teatro, granja y un calienta platos donde se recalentaba la comida que se traía del palacio, el delivery versailles!!!

Mientras caminábamos guardias de seguridad nos apuraban porque venía Sarkozy a cenar con algún invitados, llegaban mesas y camionetas de catering por todas las calles.
Volvimos a París en tren (de dos pisos) nos fuimos a Les Halles, entramos a un shopping, pasamos por el centro Pompidou, de ahí a Saint Germain y la última pasada por el barrio Latino, en todos lados bares llenos, restaurantes no tan llenos, crepés y mucha mesita mirando a la calle.
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